martes, 15 de mayo de 2012

Te quiero.

Y por muy extraño que parezca, por mucho que cueste creerlo a veces, un día aparece esa persona. Esa persona que te coge de la cintura por detrás, que te susurra que te quiere, que sonríe cuando tu sonríes, que hace que cada caricia te ponga los pelos de punta, que se ria de tu risa, que te diga pava, pero que luego lo arregle con un beso. Que te mire de esa manera... que asusta. Que produzca ese nudo en la garganta. No, no estamos hablando de personas perfectas, dejemos eso para las películas. Yo me refiero cuando encuentras a alguien, que lo sientes, que verdaderamente le importas. Que te agarre fuerte de la mano y lo único que te salga pensar sea... "que no me suelte nunca".

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