miércoles, 14 de marzo de 2012

Te repetiría mil veces que todo me sabe a poco comparado con tus caricias.

Solo te pido, amor, que no me anules las ganas, ni me quites siempre la razón. Ven cuando necesite sentirte, notarte. Oblígame a enfadarme, evita que me resigne y nunca asientas a mis quejas, como quien dice que sí a los locos. Enfádame y bésame en la frente luego, que se me olvida. Siempre se me olvida.

Tú, siempre con esa curiosa manía de hacerme feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario